
El pasado 4 de febrero, en la Casa de Nariño, se llevó a cabo el consejo de ministros presidido por el jefe de Estado, Gustavo Petro Urrego. Este espacio busca coordinar y articular las funciones ejecutivas y administrativas del Gobierno Nacional. Está conformado por el presidente de la República, el vicepresidente, los ministros como jefes de cartera, los directores de departamentos administrativos y otros altos funcionarios.
Dentro de la agenda de la sesión, se destacaron las órdenes presidenciales de acelerar la inversión en energías limpias y los proyectos de agua potable en Santa Marta y Valledupar. En materia de defensa pública, se instruyó a la Fuerza Pública reforzar las medidas de protección en la zona del Catatumbo, donde operan asentamientos del grupo armado ELN. Por otro lado, desde el Ministerio de Hacienda se ordenó priorizar la construcción de líneas férreas en Bogotá y Cundinamarca.
Drama en la Casa de Nariño
A pesar de la relevancia de los temas tratados en el consejo de ministros, los momentos de tensión, señalamientos y acusaciones que surgieron durante la sesión han generado controversia en redes sociales, poniendo en entredicho la capacidad de Gustavo Petro para liderar su equipo de gobierno.
Uno de los principales focos de conflicto fue el nombramiento del exsenador Armando Benedetti como jefe de despacho de la Presidencia. La decisión generó rechazo dentro del gabinete, especialmente por parte de la vicepresidenta Francia Márquez y la ministra de Ambiente, Susana Muhamad. Esta última expresó su desacuerdo con contundencia:
“Como feminista y como mujer yo no me puedo sentar en esta mesa de gabinete, de nuestro proyecto progresista, con Armando Benedetti y yo no soy la que voy a renunciar…y la decisión presidente, está en sus manos.”
El director del Departamento Nacional de Planeación, Alexander López, también fue uno de los críticos que cuestionó la designación afirmando que:
“Armando Benedetti fue compañero mío en el Congreso, Laura Sarabia la conocí en la campaña, pero no representan este proyecto.”
Otra protagonista de la jornada fue la canciller Laura Sarabia, quien enfrentó críticas dentro del gabinete, especialmente de la vicepresidenta Márquez quien fue enfática al manifestar su descontento:
Mas adelante, la canciller, se vio envuelta en otra controversia, luego de que el presidente afirmara que una ola de inmigrantes en busca de retorno colapsó las oficinas consulares en Estados Unidos, la canciller aseguro que, por orden del presidente, se atendió la situación, sin embargo, ningún funcionario de prosperidad social se hizo presente, a lo que Gustavo Bolívar, director del departamento administrativo interrumpió y respondió:
“eso no es verdad… Laura está mintiendo presidente.”
Regaños del presidente Petro
Durante la sesión, el presidente Gustavo Petro expresó su preocupación por el incumplimiento de compromisos dentro de su gobierno, según afirmó el mandatario, de 195 compromisos, 146 no se han cumplido:
“Presidente revolucionario, el gobierno no.”
Sentenció Petro en referencia a la gestión del gabinete ministerial.
El mandatario también cuestionó al Ministerio de Justicia por la condena impuesta a la influenciadora “Epa Colombia” y por la falta de acciones contra la corrupción.
Sin embargo, Petro no fue el único en hacer llamados de atención. La vicepresidenta Márquez criticó la falta de avances en la instalación del Ministerio de Igualdad y denunció la persistencia de actos de corrupción dentro del gobierno. Por su parte, la ministra de Justicia, Ángela Buitrago, advirtió sobre la necesidad de replantear la política de paz total, una de las principales banderas del gobierno de Gustavo Petro.